Blogia
En las tardes azules de verano...

La novela negra ha nacido para ser de bolsillo.

Cuando estoy atravesando una época de confusión siempre recurro a leer montones de novelas negras. Dentro del aparente galimatías que caracteriza a la buena novela negra: asesinatos, secuestros, chantajes, mujeres fatales y hombres letales, hay una especie de orden interno, ninguna palabra sobra, nada es prescindible, hasta la mas pueril conversación puede tener importancia para el desenlace. Sabes que cuando vuelvas a dejar la novela en el estante todo se abra resuelto y eso reconforta. Los protagonistas a menudo son perdedores, tipos anodinos que cuando termina la historia solo han conseguido una victoria inútil, risible, pero para la mayoría de ellos eso es suficiente.
Lo malo es que luego en medio de una conversación con algún amigo recuerdo alguna frase memorable de las que suelen poblar estas novelas y la suelto sin mas, encajándola a duras penas. ¿Un ejemplo? Estando con mi pareja me suelta insinuante:
-Vamos a la cama.-
Mi brillante respuesta con el expresión totalmente seria:
-Es difícil conseguirme. Todo lo que tienes que hacer es pedírmelo.
Esa noche dormí solo, por supuesto. Nunca se lo perdonare a Elmore Leonard.

2 comentarios

silvia -

jeje, pobrecito.
si eso haz como yo, cuando tengas una epoca de confusion ataka al chocolate
besos!!!

imma -

jajajaja, hombre tampoco es para tanto... quiero decir, para q te dejase dormir solo... :P